Hechizo de protección contra maldiciones

Si bien en ciertas ocasiones la brujería es mal vista (es vinculada a rituales diabólicos y sacrificios), a lo que temen realmente es a la magia negra. Por otra parte, la magia blanca se basa en procesos de esoterismo y clarividencia que tienen la intención de acabar con rituales oscuros y malintencionados como: maldiciones, mal de ojo, amarres y demás.

La hechicería es empleada para combatir la oscuridad usando la luz y la energía vital del ser humano en especial conexión con los elementos; aire, agua, tierra, fuego y espíritu en su estado más sereno. Este hechizo de protección propia es idóneo para proteger tu misma existencia ante cualquier indicio de ataque mental o espiritual. Solo requiere un par de ingredientes y es muy efectivo, así que ¡Llénate de fe y confianza!.

¿Qué se necesita?

• 2 varillas de incienso de romero.
• 7 velas medianas color blanco.
• 3 limones machos.
• 3 ajos machos.
• 2 pencas de savila.
• Y medio kilo de sal marina.

¿Cómo hacerlo?

El primer paso es esperar que caiga la noche y antes de dormir, en tu habitación, enciendas los inciensos de romero o mirra para neutralizar el ambiente y disminuir toda carga energética negativa cercana.

Ubica la vela blanca en un sitio seguro y enciéndela.

Hecho esto, medita acerca de tu día, tus actividades diarias y las situaciones en las que te sentiste más estresado/a, molesto o cerca de energías negativas y envidiosas que robaron tu paz mental.

Utiliza el aroma del romero y la mirra para limpiar tus pensamientos oscuros, dejándolos salir y llenando tu alma de gratitud por cada segundo de vida.

Ve a dormir y deja que la vela se consuma por completo mientras duermes.

Con los tres limones machos los partiras en cruz y haras un sumo y las sabilas les quitaras la cascara y sacaras los cristales y agregaras un vaso de agua y llevaras esto a la batidora por 3 minutos. Y tendrás que beber de esto por los mismos 6 dias.

Realiza este proceso nuevamente por 6 días más y notarás como tu descanso será más profundo y placentero y tus pensamientos más claros y despejados.

Fotografía: Chinh Le Duc